domingo, 4 de mayo de 2014

Nuestro más que merecido día






Otra vez puente, otra vez unos días de vacaciones en los que todos hemos disfrutado de una manera o de otra o mejor dicho, como cada uno ha podido.
Hoteles llenos hasta la bandera, playas a reventar, chiringuitos a tope, terrazas con los camareros corriendo para atender a todos los clientes, los dueños de los establecimientos con el símbolo del dólar en los ojos como en los dibujos animados. Paellas de encargo saliendo de las cocinas, grifos de cerveza bien fresquita que con el calor es lo que más apetece, niños frente al cartel de los helados eligiendo el que más les gusta y sobre todo pocas ganas de volver.

Esta es la imagen que todos hemos vivido cuando salimos de vacaciones o lo que nos ha ofrecido el telediario este fin de semana. Todo bien y todos contentos, esta noche volverán la mayoría porque mañana hay que madrugar para volver al tajo y empezar a tachar los días en el calendario que van pasando para llegar cuanto antes a las vacaciones de verano.

El pasado jueves 1 de mayo fue el día del trabajador, día en el que todo el que quiso salió a la manifestación que organizaban los sindicatos. Se reclama ante todo trabajo, que el trabajo sea de calidad y que recuperemos los derechos que nos han robado.

La gente quiere trabajar, no se piden loterías (que también), tan solo se pide un trabajo para que puedas vivir, hacer tus pagos, realizar tus sueños a base de ahorrar, irte de vacaciones. Que ese trabajo que tienes no haga que no puedas ver a tus hijos porque tengas que trabajar más de doce horas porque si no las trabajas te despiden, porque si no bajas la cabeza vas a la calle. Y sobre todo que todo lo que nuestros padres y abuelos lucharon para conseguir algunos derechos básicos vuelvan a nosotros.

No se si habrá recuperación económica o no, lo que sí sé es que si la hay es gracias a todos nosotros, que ya no es que no tengamos más agujeros en el cinturón es que directamente no tenemos cinturón, se nos han bajado los pantalones y nos están dando por donde amargan los pepinos. Porque creo que ya está bien de ayudar a bancos y grandes empresas y que se acuerden un poco de los de más abajo y vuelvan las ayudas, las becas, la sanidad para todos y sobre todo para los más desfavorecidos y que la gente que tiene una enfermedad grave pueda medicarse y dar de comer a sus hijos, que no se vea en la obligación de elegir entre qué comprar si medicinas o lentejas.

Porque lo único que pedimos es trabajar para vivir, al menos, como vivíamos antes y volver a lo que escribí al principio de esta entrada.

Y vosotros ¿qué pedís?

Besitos a todos y feliz semana sobre todo a todas las mamás blogueras.

8 comentarios:

  1. Justicia, simplemente eso. Un trabajo digno, un sueldo digno y la calma de que cumpliendo tu parte (trabajo, impuestos, honradez) los demás cumplan la suya (sueldo, horario, derechos, servicios públicos, decencia...)

    Mucho me temo.

    Besos

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    1. Mucho estas pidiendo para los tiempos que corren. Hubo una época en la que teníamos todas esas cosas que hoy reclamas.

      Besos

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  2. Bueno,,, pues poco más puedo decir, creo que Pilar lo ha resumido muy bien. Aunque podría añadir que un poco más de igualdad en el trabajo (igual trabajo, igual salario) independientemente que éste lo realice un hombre o una mujer

    Un besín. :)

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    1. Tampoco estaría mal. Algo que se está pidiendo desde hace tanto y que parece mentira que todavía no lo tengamos.
      Espero que no se tarde mucho en conseguir.

      Besitos

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  3. Pilar lo ha clavado. Y tú también, David, tienes razón, que no hay que tragar con todo por miedo al despido...no sé si la culpa de eso es solo del empresario...el trabajador también tiene que saber decir NO NO NO NO

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    1. Lo malo es que si dices no muchas veces al final lo pagas caro, por eso tragamos con todo.
      Ojalá se pudiera decir NO sin miedo a las consecuencias.

      Besos

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  4. Yo lo necesito todo, aqui todos los derechos si es que tienes trabajos se perdieron, se desconocieron los sindicatos hacen leyes populistas pero son inaplicables me hace falta un café me invitas?

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    1. Tienes el café en la mesa.
      Lástima lo que os está pasando, espero que más pronto que tarde acabéis con el cacique y podáis vivir vuestras oportunidades.

      Muchos besos.

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