Adios

Cuánto lo siento.....cuánto siento no haberte dicho más veces que te quería, haberte dado más abrazos, haberte dado más besos.....

Ahora ya es tarde, nos vimos en semana santa y te vi igual que siempre, con tus quejas.... que no podías andar, que te dolían las piernas, con tu mala hostia regañando a los niños porque correteaban mientras te echabas la siesta o regañando al perro porque no hacía más que pedir comida....como siempre con ese sentido del humor o con ese acento cordobés que no se te quitó a pesar de llevar más de 40 años en Madrid.

Fui a verte el miércoles porque me dijeron que estabas un poco desanimado y ya me dijiste que te morías, pero nadie te creyó.... volviste a regañar al perro porque me lamía la mano y pensamos que no estabas tan malo, te saqué una sonrisa regañándote yo a ti..... y ya no te vi más....

Cuánto lo siento..... sabes todo lo que dejas aquí, algún día nos volveremos a ver..... lo sé.

Adiós papá.

Las putas prisas

Ya sé que el título suena un poco tajante.... pero es que es la verdad. Siempre se ha dicho que las prisas no son buenas, en el trabajo, en la vida cotidiana, pero es verdad que hay veces que hay que darse prisa.

Es normal que mi jefe me meta prisa y que yo le meta prisa al camarero del bar para que me ponga el menú porque si no llego tarde al curro, esto es una cadena que al final hace que llegues agotado a casa de tanta carrera todo el santo día.

Pero lo que no es lógico es que tenga que correr cuando estoy de finde o cuando estoy de vacaciones, es que tiene cojones que tenga que correr cuando se supone que estoy de descanso.

El viernes nos fuimos al centro en metro, ya que allí paso de ir en coche. Como no es mi medio habitual siempre alucino y parezco un paleto con la boca abierta, no me refiero a lo de las escaleras mecánicas (cosa que tengo superada). Hablando en serio es que vaya tela lo que hay montado debajo de Madrid, los trenes son cada vez más nuevos, ya no se fuma en el anden.... pero lo que más me llama la atención es la gente, las pintas con las que van algunos, me encontré con dos yonquis, con un punki, con su cresta y todo. yo creía que ya estaban extinguidos, pero no todavía los hay, con señoras de peluquería y bien arregladas que irían a alguna procesión.... en fin con un largo etcétera. Pero la pregunta es la siguiente..... Por qué coño corríamos por el metro si yo no tenía prisa??

Sales del tren y a correr, por los pasillos casi corriendo, montas en la escaleras automáticas y subes andando por ellas..... Coño que llegué más cansado que la ostia a Sol.

¡¡¡Joder con el puto metro¡¡¡¡.

Que donde esté mi coche......