Lunes. Se acercaba el día, entrábamos en la recta final.
Martes. Cada vez queda menos y las compañeras del cole le dicen que no es para tanto.
Miércoles. Mañana es el gran día. Mi padre lleva razón. La envidia es muy mala.
Jueves. Aquí está el día, por fin ha llegado después de esperar tanto tiempo y procurar no sacar ningún suspenso en los exámenes bajo la amenaza de mi padre de romper las entradas. No creo que lo hubiera hecho.
Son las cinco y salgo del cole, mi padre me recoge y nos vamos rápido a casa, tengo que cambiarme, merendar, aunque no tengo hambre, beber agua y entrar al baño.
Era para verla, estaba muerta de nervios, había hecho los deberes en los momentos de recreo para irse tranquila al concierto y porque sabe que lo primero es el colegio. Había llegado su día, ese día tan especial por muchos motivos.
No parece que estés nerviosa, le dije en el metro.
Si pudieras tocarme el estómago por dentro.... me dijo ella.
Salimos en Goya y ponemos rumbo al Palacio de los Deportes, está todo vacío, no hay nin un alma en la entrada, claro que son las siete y toda la gente está dentro.
Está nerviosa por entrar, cada vez queda menos. Pasamos el control y entramos, buscamos nuestra entrada y al abrir la puerta.... es otro mundo. Lleno de gente, un escenario y luces por todos lados, hay que ver su cara de asombro ante lo desconocido.
Los teloneros acaban y el protagonista no sale. Papá qué hora es??? las 7:10 Ya queda menos sale a las siete y media...
Quieres ir al baño?? No, qué hora es?? las 7:20
A las 20:00 nos ponen un cronómetro anunciando que quedan 10 minutos para que salga y ya es el no va más, mareos, nervios, prisas, cuenta atrás.
Me da la mano, la suelta, coge a su madre, la suelta, coge un mural que había hecho y lo vuelve a soltar.... quedan 5 minutos, 4, 3 , 2, 1.....
Se apagan las luces....y de pronto empiezan a salir bailarines, pero dónde está???, se encienden luces, ruidos, sombras que sobrevuelan el recinto, confeti, petardos, humo y por fin...... Justin Bieber en persona¡¡¡¡.
Su cara lo dice todo, por fin ahí está, la miro y veo que ha merecido la pena, y sobre todo que se lo merece. Es algo que no olvidará en mucho tiempo y que hará que yo tampoco me olvide que en uno de sus momentos en la vida, estuve a su lado.
Besitos a todos y feliz semana.
Y vosotros??? Por quién habéis estado ilusionados???
Sinceramente, jamás me ha sucedido ese nerviosismo por la espera de algún cantante, creo ha de ser emocionante sentir toda esa preparación e intensidad por la espera
ResponderEliminarBesos David
Es lo que tiene tener ahora 11 años, cuando yo los tuve, estaban Enrique y Ana o el grupo Parchís, que para nada tenían la publicidad que tienen hoy en día los chavales como Justin Bieber o cualquier otro por el estilo.
EliminarMuchos besos.
Hay cosas que no tienen precio...¿verdad? :)
ResponderEliminarUn besín.
Ya te digo, para mi fue alucinante ver su cara. Muchos besos.
EliminarHay sensaciones que no se pagan ni con todo el oro del mundo :)
ResponderEliminarDesde luego que no.
Eliminarmuchos besos.
Y lo que disfrutamos viendo como ellos son Felices.
ResponderEliminarSon cosas que se recuerdan siempre.
Saludos, manolo
marinosinbarco.blogspot.com
Es que siendo ellos felices ya lo somos nosotros, es verdad.
EliminarBienvenido a mi casa.
Beso enorme David.. Ya estare a tu lado cuando lo pueda y dignamente.
ResponderEliminarDisfruta como siempre de la vida y de tus seres mas queridos. Emy.
Muchas gracias Emy
EliminarYo me ponía así con Héroes del Silencio. Recuerdo que en el Palacio de los Deportes en primera fila, Bunbury alargó la mano para tocar a los que pudo y sus dedos quedaron a un par de centímetros de los míos. Qué rabia me dio jajajaja. Luego le he visto por la calle, le he tenido delante en muchas ocasiones, pero un concierto es un concierto.
ResponderEliminarAsí que entiendo a tu hija y me parece precioso que hayáis hecho ese esfuerzo para cumplir su sueño.
Un beso grande.
Pensé que si no lo hago por ella por quién lo voy a hacer. Yo solo la tengo a ella..Muchos besos.
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